Este poblado que llaman "El Macondo Chileno", es un comunidad emplazada a 21 km al oeste de la ciudad de Yumbel en la octava región. Aquí el tiempo parece no haberse enterado de la existencia de este rincón de Chile, en su gente y en sus casonas duerme intacta una parte de nuestra historia que a gritos ansia manifestarse para no desaparecer entre los escombros de este dañado poblado producto del pasado terremoto y la acción antrópica del tiempo. Entre sus calles aun se palpa la guerra fronteriza que libraron españoles y araucanos desde los comienzos de la Conquista, y los adobes quebrajados son los guardianes silenciosos de esta historia. Estos hechos y el gran legado en arquitectura colonial le dieron el mérito para crear el expediente técnico y ser declarado “Zona Típica” por el Consejo de Monumentos Nacionales, antes del terremoto, cosa que no se concreto por lo mal logrado que resulto el poblado. Hoy Rere necesita ayuda externa para poder reconstruir este valioso legado de inmuebles muchas veces más que centenarios. Unete a esta campaña en FB.
Uno de los inmuebles patrimoniales que resulto mas dañados fue casona colonial posiblemente fundacional de 1766, ubicada frente a la plaza de armas, donde funciono "el Colegio de la Compañía" fundado por la Misión Jesuita de Nuestra Señora de la Buena Esperanza, el tercero en el país. Mas información aquí.
Rere comenzó como un fuerte español de carácter defensivo, para no permitir la incursión de guerreros Mapuches en las tierras que el rey había dado a los españoles al norte y proteger Estancia del Rey fundada hacia 1603, que era donde se mantenía los cultivos y el ganado que abastecían la zona. Así fue como prospero como villa, posteriormente como pueblo fundado 1765 por el gobernador Antonio de Guill y Gonzaga, y llamado Villa de San Luis Gonzaga de Rere.
En estas tierras se encontraron grandes minas de oro, así que llego gente de muchos lados, buscando estos tesoros, de hecho fue en su tiempo la tercera ciudad mas poblada de Chile. Fue tanta la riqueza que se junto tanto oro, para hacer un banco "El Banco de Rere" que funciono por un tiempo y mando a hacer billetes al extranjero, aun se pueden ver algunos de estos billetes. Producto de esta abundancia en 1721 se mando a fundir una campana de oro por los jesuitas, para la iglesia, y era tan lindo el llamado de la campana que se la quisieron llevar del pueblo, trataron con 40 yuntas de bueyes, y fue imposible sacarla fuera de la villa, así que desistieron del intento, pero lo increíble fue que con solo una yunta de bueyes pudieron devolverla a su legitimo lugar.
Hoy la legendaria campana descansa en lo alto de un bello campanario construido en 1921. Desde allí lanza sus melodías por los suaves lomajes de la comarca cada domingo.
Ariel Orellana S.
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